martes, 19 de abril de 2011

Dr. House, el ideal y la reencarnación de un antepasado real










El misántropo y cínico medico de la ficción, interpretado Hugh Laurie está basado en un hombre que existió hace dos siglos.

La irritante personalidad del Dr. Gregory House está basada en la del doctor Joseph Bell House, a quien el escritor de Sherlock Holmes, Sir Arthur Conan Doyle, conoció en 1877 al cursar sus estudios de medicina.

Joseph Bell House nació en Edimburgo en 1837 en el seno de una familia con precedentes en el campo de la medicina entre los que destacaba Sir Charles Bell, conocido por la descripción de la parálisis de Bell, la ley Bell - Magendie, un nervio que lleva su nombre (el nervio torácico largo) y otros aportes al estudio del cerebro y a de la fisiología del sistema nervioso.

Jospeh Bell House era Medico y profesor universitario en el Edinburgh Infirmary de la Universidad de Edimburgo cuyo método analítico influyó en Arthur Conan Doyle, que lo conoció en 1877 al cursar sus estudios de medicina, a la hora de modelar su famoso personaje de Sherlock Holmes. Era un hombre de gran energía, poeta aficionado, deportista y aficionado a las aves. Joseph Bell contaba con 39 años de edad cuando el célebre escritor comenzó a asistir a sus clases.

Estudiaba con precisión aspectos como el modo de caminar, el acento, las manos y la indumentaria de una persona y con esta información podía llegar a determinar muchas cosas. Así solía animar a sus alumnos a reconocer a sus pacientes como un zapatero zurdo o como un sargento jubilado que había servido en Barbados mediante la observación precisa del individuo y la deducción lógica (de hecho estas son las bases de la semiología moderna, las cuales se está perdiendo). A menudo asombraba tanto al propio paciente como a sus alumnos haciendo afirmaciones de esta índole, a veces incluso antes que el paciente dijera nada. Incluso se dice que ayudó en la investigación de Jack el destripador junto con un amigo suyo (con informes aparte) y que en su hipótesis final los nombres del asesino coincidieron pero se dice que el informe desapareció de Scotland Yard. Este médico y profesor universitario fue sin duda alguna el inventor de la medicina forense y de lo que hoy conocemos como Investigación de la escena del crimen o CSI: Crime Scene Investigation.

El doctor Bell era consciente de que Doyle lo había tomado como referencia para su obra detectivesca y lo llevaba a gala. Siempre mantuvo interés en su alter ego e incluso prologó uno de los libros de Sherlock Holmes.

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